Capitulo 4º Las llamadas del perdón.

Creo que seguí corriendo durante horas, o al menos a mi me lo parecieron.
Al final acabé rendida y perdida por lo que decidí sentarme en el suelo, apoyándome en el tronco de un árbol. Tal vez ir a ver a Jacob había sido una pésima idea. Y aunque intentara no pensar en ello había sido todo culpa mía.
Intentando cambiar de tema en mi mente, me pregunté si Edward estaría buscándome y si me encontraría.
Pasó un rato y yo me vi perdida en mis pensamientos y entonces empezó a llover.
-Maldita sea-Dije echándole al cielo una mirada envenenada.
De buena gana me abría movido, pero estaba muy cansada y triste. Y total ¿para que? Para perderme más por el bosque, no gracias. Aguante hay un rato con la capucha puesta y la lagrimas recorriendo mis mejillas, hasta que al fin Edward apareció en su flamante Volvo. Bajó corriendo y me miró con preocupación.
-¡Oh Bella! ¿Estas bien?-Me pregunto cogiéndome en brazos y abrazandome con fuerza hacía su pecho.-Contesta por favor.-Me dijo al ver el silencio.
-Edward, yo...-Solo conseguí decir eso, porque la voz se me quebró.
-Tranquila, ya estoy aquí. Estas a salvo y...-Dijo con tranquilidad-¡uf estas empapada!-Dijo horrorizado.-Será mejor que volvamos a casa.
Me metió en el coche, dió marcha atrás y nos dirigimos hacía Forks.
El viaje transcurrió con normalidad y cuándo me tranquilicé le esplique lo sucedido esa misma tarde hace tan solo un par de horas.
-Mm...-Dijo pensativo cuando acabé la narración-Asi que eso a pasado. Vaya no me lo esperaba.
Al fin llegamos a casa y yo me alegré de que Charlie no volviera hasta mañana por la tarde.
Miré el reloj cuando acabé de cambiarme.
-¡Dios mio! ¡Ya son las 7!-Dije asombrada
-Si, el tiempo pasa volando. -Dijo Edward
Entonces un sonido que yo conocía me dio un sobresalto, era el teléfono y seguramente estaría llamándome Rene. Me acerqué y lo descolgué.
-¿Si?-Pregunté.
-¿Bella?-Era una voz que reconocería en cualquier sitio.-Por favor, por favor, por favor, perdóname, por favor.
-Jake...mira ahora no es momento ¿vale?-Dije con voz dura-Adiós.-Y colgué.
La tarde paso tranquila y lo peor fué que Jake estuvo llamando todo el rato una y otra vez y claro...yo al final lo perdone a la llamada 1 millon.
Cuando esa llamada finalizó ya eran las 10 asique preparé la cena y me fuí a dormir acunada por los brazos de aquel ser hermoso conocido como Edward Cullen.