¿Isla Cullen? 1º Parte

Cuando acabe de arreglarme nos fuimos hacía el aeropuerto y allí nos esperaban todos los Cullen. Yo estaba irritada con Alice, le hiba echando miradas furiosas a las que respondía con una sonrisa.

Al final la pille la agarré del brazo y la obligué a detenerse, por suerte Jasper y Edward habían ido por nuestras maletas.

-Alice-me corto lo que le iba a decir con una risa que a mí me sentó fatal. Seguramente sabía lo que le iba a decir.

-Bella, no te pongas así, si quieres ser mi hermana debes dejar que te compreropa.-Esta vez la corte yo.

-Alice, ¿como me haces esto?, la ropa ¡sabes perfectamente que odio que me compren ropa y aun mas si la que la compra eres tú!- Ella soltó otra carcajada. Yo me obligué a calmarme, si le arreaba un tortazo sería yo la que peor parada saldría.

-Tranquila Bella.-Al oir eso unos brazos helados me cogieron por la cintura y vi pasar a Jasper con las maletas hacia el coche.-Olvidate de la ropa y de esta canija pesada, te lo pasaras mejor.-Me susurró al oido.

Entonces me giré y le di un beso, menos mal que habia vuelto a tiempo para que yo no me hiciera daño a mi misma.

-Chicos montad en el coche, han llamado los demas, que ya estan en el muelle cogiendo un barco.-Dijó Jasper desde el coche.

-Vale Jasper.-Dijo Alice y nos encaminamos hacia el coche, un deportivo como no.-Jasper, tu y yo alante, dejemos a los tortolitos estos juntitos en la parte de atrás.-Dijo con una sonrisa.

Edward puso los ojos en blanco y me abrió la puerta para que entrara.

El viaje duró poco y Edward y yo mantuvimos una conversacion, yo iba sentada detras de asiento del conductor en el que iba Jasper, yo apollaba la cabeza en el hombro de Edward que no dejó de sonreir en todo el viaje. Me pregunté varias veces que el qué estaria pensando, pero me obligué a olvidarme del asunto.

Cuando llegamoos al muelle y cojimos el barco, yo seguía sin comprender a donde narices me estaban llevando y al final lo comprendí. Por mucho que me hubieran dicho donde estaba no la habrí conocido, pues era una isla privada que habían comprado ellos, la Isla Cullen.

Al principio el nombre me hizo gracia, no se porque pero me parecia divertido. Al llegar yo me quéde con la boca abierta del asombro, era la isla mas hermosa que había visto en mi vida y claro el nombre le sentaba de maravilla pues sus dueños eran los sere más hermosos que yo había visto en mi vida, pero uno en especial.

-Bueno ya hemos llegado-Anunció Edward y se levantó ágilmente para ayudarme a salir de la lancha, el sabía tan bien como yo que si intentaba salir sola del barco, abría una catastrofe por culpa de mi torpeza.- Y..¿que te parece?- me preguntó al ver mi cara de sorpresa.

-Es...es....es tan hermosa.-Dije tartamudeando.El sonrió. Y nos dirijimos hacía una gran casa blanca en la que supusé era en la que nos instalaríamos. Al cabo de un rato cuando guardamas todas las cosas en su lugar nos fuimos a dar un paseo.

-Edward, ¿te alejarias de mi simplemente para ponerme asalvo?- Le pregunté dudosa, el agachó la cabeza.

-Bella, lo primero es que quiero que sepas que eres lo mas importante en mi vida y no quiero perderte y lo segundo es que dudo si lo haría porque una cosa es intentarlo y otra hacerlo sin problemas. - Respondió él. Levanto la cabeza y con sus manos cogió mi cara y apoyó su frente en la mía.- Me veo bastante dificultado a la hora de separarme de ti. Te quiero demasiado- Dijo eso y antes de que yo pudiera replicar me beso con dulzura y al cabo de poco se alejó de mí con una sonrisa en su cara.

-Edward te quiero. Por favor no te alejes nunca de mí.- Le dije y se me saltaron las lagrimas.

El me acarició la cara y me beso la frente.

-Jamás, jamas, jamas te dejaré te lo juro por mi existecia.- Yo le mire la cara y sonreii era geniial.

-Bueno, ¿y que hacemos?. -Le pregunte, la voz no me salió muy calmada aun pero no me importó.

-Tengo una idea, ¿y si nos ponemos los trajes de baño y vamoos a nadar un poco?. -Dijo él, la idea me encantó, asi qué asentí y nos dirijimos a la casa.

De camino a casa una idea horripilante se me pasó por la cabeza y me quede quieta. Edward me miro aterrado por la expresion de mi rostro y se acerco a mi.

-¿Estas bien, amor?-Me pregunto preocupado.

-Si lo unico es qué no se que trajes de baño abrá en la maleta.- Dije yo, el suspiro y comenzó a reir.

-Hay que ver como eres. -Tras decir esto me cogió la mano y seguimos en direccion a la casa.